Al mismo tiempo, el actuar del Equivalenteáclito en nosotros es amable: es robusto y delicado. El rumbo y el fuego no destruyen ni incineran lo que tocan: el primero resuena en la casa donde se encuentran los discípulos y el segundo se posa suavemente, en forma de llamas, sobre la comienzo de cada uno. Y igualmente esta delicadeza es un carácter

El resucitado es el mismo que fue crucificado (no es un espectro), lo confirma el hecho de que les muestra sus manos y el costado, con las cicatrices de la crucifixión.Por eso nosotros aunque no juzgamos a nadie con criterios humanos. Si alguna oportunidad hemos Auditoría a Cristo con tales criterios, ahora no obstante no lo hacemos. El que vive